BIENVENID@:

"NO TENGO VOZ PARA DECIRLO, POR ESO VENGO Y TE LO ESCRIBO" He creado este espacio para vomitar mis pensamientos (la mayor parte hablan de él/ellos...). También para recrear mis recuerdos de una manera más espectacular, más "artística", por así decirlo, y también menos cotidianos. "Mi pasado es una pintura sin terminar, y como el autor de esa pintura debo rellenar todos los hoyos horribles y hacerlos bellos de nuevo". Mother Monster.

viernes, 16 de marzo de 2012

La silueta en mi habitación:

Dibujé tu silueta en la pared de mi habitación; con los brazos abiertos y las manos extendidas.
Le dibujé tus ojos y tu nariz perfecta, el cabello negro y el lunar en la oreja.
Me paré frente a esa silueta para mirar sus ojos, eras tú; por primera vez en mucho tiempo me mirabas a los ojos, y a mi cabeza vinieron esas últimas palabras que me rompieron el corazón:

"No sé si deba decirte esto; al menos no mirándote a los ojos".

Entonces a mi dibujo le pinté unas gafas negras.

Luego me lancé a tus brazos, pero esta vez eran fríos. No como aquella noche de verano, en la que bailamos en la oscuridad, sin que nadie pudiera vernos; escondidos en una habitación. Fue la cosa más dulce sentir tus labios tan cerca de los míos, el sudor en tu pecho, el aroma de tu perfume. Tu respiración en mi oído... El breve halo de paz en el que me encerrabas cada vez que estabas a mi lado.

Me vinieron mil recuerdos más a mi mente mientras me apretujaba sobre aquella silueta pintada en el frío concreto; me atacaron tus palabras de despedida, que repetí en voz baja, esperando que se estrellaran contra la pared y muriesen de una vez por todas.
Te escuché decirme egoísta, frívolo, inseguro, inoportuno, insuficiente para tí. Te vi destrozar todas las cartas que escribí, las vi en el piso al tiempo que las pateabas mientras me escupías: "Y nunca quise nada de tí!".

A veces me pregunto si valdrá la pena guardar esos recuerdos... Pero no logro encontrar una respuesta.

Así como no me atreví a separarme de tu silueta en la pared... o borrar tus fotos y las miles de conversaciones en messenger.
O no atreverme aún a echar a la basura el cuaderno que dejaste en mi habitación... por si algún día decides regresar por el.

Mientras tanto pinto corazones al rededor de tu silueta.