BIENVENID@:
jueves, 22 de noviembre de 2012
En un oscuro lugar:
viernes, 26 de octubre de 2012
Eterno Beso
- ¿Porqué escribir algo tan bello a alguien que apenas conoces?.
- Porque fue lo que me transmitieron tus ojos y tu cara.
Una plegaria por que tus emociones sean tan fuertes que el universo se detenga para oirlas.
Intentaría ser especial para poder tener eso que tú tanto anhelas, y que se que no tendré jamás.
Sólo en medio de la soledad quien se burla de mí por intentar sobrevivir a la sombra de tu ayer.
Insisto en ser lo que quiero ser, escondiéndome en mi reflejo, por no ser lo que tú quieres que sea.
Encarno el dilema más viejo de el amor, ser quien soy siendo lo que necesitas y no lo que quieres.
Rompo en llanto cada vez que a mi vera pasas, y tus ojos jamás me miran y si están yo no estoy.
Amor, amor, amor bella plegaria especial del ser, dilema y contradicción llanto por sentir amor.
Busco al infinito tiempo que se vuelve eterno con un sólo sorbo de tus labios por grabarse en mí fe.
Empiezo a recordar sólo pequeños instantes que de la nada salieron, nada tiene y nada soy sin ti.
Suelo sólo mirar al infinito en la búsqueda de la verdad, y no estás tú, busco y la verdad llega...
Amor no significa ser feliz sino poder sentir, el ser quien soy es quedar siendo bastión de fe sin ti.
Romance, palabra tan dulce cuando lo hay y tormento mayor cuando solo se sueña en elenit.
Todo te ofrecí, nada te bastó si pudiera regresar en el tiempo ofrecería más aunque muriera y ...
Es recordar tu mirar que significa la palabra para ofrecer sin dar, amar sin sentirme de ti”.
Eternal spirit
viernes, 16 de marzo de 2012
La silueta en mi habitación:
domingo, 19 de febrero de 2012
Como siempre, pensé en tí:

Y sucedió que me encontré en mi fiesta, rodeado de mis amigos más cercanos. Todos estaban ahí por mí. Y me sentía feliz por eso.
Bebíamos, brindábamos, reíamos de viejas historias de cuando nos conocimos. Cantábamos a todo pulmón mientras nos uníamos en un abrazo grupal.
Y sucedió que me encontré mirando hacia la ventana que da a la calle de aquel pequeño departamento, buscando su rostro, esperando su llamada o al menos un mensaje que dijera: “Ya voy en camino”.
Pero ese mensaje nunca llegó, y me quedé solo, rodeado de gente extraña ajena a mis pensamientos.
Me encontré solo en el baño, limpiando mis lágrimas para que nadie me viera. “No dejes que esto te arruine la noche”, decían, “Los que estamos aquí te queremos”.
Y en el fondo tenían todos la razón: Si a él le hubiese importado, habría hecho hasta lo imposible por estar ahí. Y es que, sincerándome con mi corazón, esa noche hubiera sido realmente especial si él hubiera llegado, si tan solo se hubiera tomado la molestia de aparecerse aunque fueran 10 minutos yo hubiera estado más que contento.
Terminé comiéndome la paleta de bombones que le compré para San Valentín y rompiendo la tarjeta que con mucha ilusión le hice: “Se va a emocionar cuando la lea”. Qué estupidez.
Y me duele, me duele saber que para él yo no soy importante, que solamente dice que sí a mis invitaciones por puro compromiso. Que mientras yo hablaba con ilusión de que iría a mi fiesta, él hacía planes con sus amigos. Me duele saber que él es hermoso y puede elegir a personas que son mejores que yo, que sus ojos no me ven como yo lo veo a él, que él es perfecto y yo estoy roto desde hace mucho tiempo. Que no tengo oportunidad de estar con él y que se olvidará pronto de mi existencia.
Entonces llegó el amanecer con el final de mi fiesta. Tomé mi abrigo y salí a la calle.
Nunca apareció, ni un mensaje, una llamada. Nada.
Nada. Solamente esa sensación de vacío en el estómago.
Y lágrimas escurriendo en mi abrigo.
domingo, 12 de febrero de 2012
El escape:
miércoles, 11 de enero de 2012
Los ecos de tus palabras:
viernes, 6 de enero de 2012
Marry the stark:
Me encontré sentado, con las manos en el aire, pensando en él.
Intentando percibir su presencia en el aire frío del atardecer.
Siento sus ojos encontrarse con los míos, en aquel puente, junto a la luna.
¿Quién eres?. ¿De dónde vienes?. ¿En dónde vives?.
Tal vez en el mar. En la montaña. En el cielo. En mis pupilas.
Siento su respiración en mi nuca, sus manos dibujar figuras en mis piernas.
Y entonces todo se vuelve una sola cosa.
M e siento parte de un todo, parte de él.
Y se va con el alba, sigilosa y delicadamente, como las alas de una mariposa.
Llueve en mis adentros.
El jardín de mi interior muere lentamente,
las flores de orgullosas corolas se secan lentamente, se marchitan miedosas de soledad.
Y el dios que habita en mi ser se recuesta en las hojas muertas, dormita y sueña con el fuego.
Hasta que regreses y vuelva a sentirme vivo.