BIENVENID@:

"NO TENGO VOZ PARA DECIRLO, POR ESO VENGO Y TE LO ESCRIBO" He creado este espacio para vomitar mis pensamientos (la mayor parte hablan de él/ellos...). También para recrear mis recuerdos de una manera más espectacular, más "artística", por así decirlo, y también menos cotidianos. "Mi pasado es una pintura sin terminar, y como el autor de esa pintura debo rellenar todos los hoyos horribles y hacerlos bellos de nuevo". Mother Monster.

sábado, 26 de junio de 2010

Mudanzas.

El tiempo se encargó de redecorar mi interior, ha pintado las paredes vacías de tu ausencia color blanco; revistió mi corazón y puso muebles nuevos.
Las tinieblas que parecían cernirse sobre mi alama eretnamente se han desvanecido, poco a poco todas las heridas fueron curadas y sanaron lentamente.
De aquella isla en la que me encontraba alguien construyó un puente sólodo que me contectó con todo un mosaico de sentimientos que había olvidado o que no sabía de su existencia, todo era nuevo; todo era una ilusión.
Conocí a alguien especial, alquien que acunó mis sueños en sus manos y recogió los vidrios rotos para que yo no me lastimara, alguien que renovó mis ideas y me quitó las telarañas de los ojos.
Por un momento fuí felíz, por un momento sentí que podía hacer todo lo que me propusiera, por in instante divino el miedo a mostrarme quedó enterrado en el olvido.
Con cada beso, con cada abrazo, con cada suspiro que salía de sus labios yo me olvidaba del dolor de haber perdido un antiguo amor; aprendí a tragarme mis lágrimas y a mirar a la gente a los ojos.
Por un instante me sentí amado, por un instante que duró dos meses me sentí seguro sabiendo que alguien dormía pensando en mí.
PERO COMO ES SABIDO QUE LO BUENO SIEMPRE SE ACABA; un huracán arrazó con mi interior recién remodelado, vi las flores del jardín muriendo lentamente.
Cuando me dí cuenta de que no regresarías detuve el reloj de la sala, curbí espejos y muebles nuevos con sábanas blancas y las paredes se pudrieron mientras yo lloraba y me moría de tristeza. Era tiempo de regresar a la isla, era hora de mudarse.
Salí por la puerta de atrás y cerré con llave, pero tu nombre me siguió a todos lados: ERNESTO, ERNESTO, ERNTESTO!. Tuve que correr hasta que los pulmones me ardieran para perderlo de vista.
Crucé el puente y llegue a mi isla desierta, en la cual acostumbro esconderme cuando el dolor de la tristeza es insoportable.
Quemé el puente y lo ví arder hasta que solamente quedaron cenizas, espero que nadie se atreva a construirlo otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario