Yo sigo aquí, entre otras cosas viejas que él decidió dejar atrás.
El calor de sus manos aún no se desvanece de mis muslos, en mis párpados dejó sus labios plasmados como sombras.
A veces creo que me voy a volver loco de tanto soñar que vuelve.
Extraño dormir en el nido de su pecho y escuchar su corazón latiendo. Los lunares de su espalda parecían formar mi nombre cada vez que los besaba.
A veces veo sus ojos reflejados en el espejo, cómo su mirada llena todos los espacios imperfectos de mi ser, cómo los ilumina y los vuelve bellos.
Extraño sentir su abrazo en las tardes lluviosas. El olor a tierra mojada me recuerda cómo era caminar a su lado, bajo el cielo nocturno lleno de estrellas.
Yo sigo aquí, entre otras cosas viejas que él decidió dejar atrás; como las cartas que solíamos escribir y los secretos que juramos no decir nunca.
A veces creo que me voy a volver loco de tanto soñar que vuelve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario